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martes, 13 de noviembre de 2007

Y quien no ha tenido sexo con alguien de su oficina?



Amigos y socios de The Club,

Las celebraciones de fin de año se aproximan y podras encontrarte el alguna de estas situaciones con companeros de trabajo!!!!



Una risita por aquí, un guiño de ojo por allá. Un empujoncito juguetón o un roce en el brazo; visitas cada vez más frecuentes a su cubículo.

Pronto almuerzan juntos y tal vez salen a tomar algo después del trabajo. Pero así como los famosos acosados por los "paparazzi", le tienes que seguir insistiendo a todos, incluyendo a ustedes mismos, que son "solo amigos".

Efectivamente, coquetear puede ser divertido e inofensivo, pero cuando se hace en el trabajo, ¿cuáles son los límites?

El 98% de los seres humanos tiene fantasías sexuales, según algunos sondeos, al menos el 50% reconoce que muchas de esas fantasías tienen que ver con los compañeros de trabajo.

Acaba de llegar toda perfumada, elegante en su falda negra y su blusa blanca, con un disimulado escote por el que se le alcanza a ver el encaje del brasier. Ahí está ella de nuevo con sus labios rojos y sus medias veladas oscuras. ¿Serán de liga? Y esos aretes temblorosos en sus orejas, ¿se dejarán besar?



Es un ritual que Alejandro, el jefe de cartera, repasa todos los días cada vez que Inés María, su ayudante de departamento, llega a la oficina. El simple olor de su perfume le ha disparado una fantasía inevitable: acostarse con ella, recorrerla de pies a cabeza en un arrebato de lujuria y luego continuar como si nada, cada uno de vuelta a sus propios números, a su cotidianidad de simples peones laborales.

Si es verdad que el 98% de los seres humanos tiene fantasías sexuales, según algunos sondeos, también es cierto que muchas de esas fantasías tienen que ver con los compañeros de trabajo. Una encuesta realizada por la revista Playboy por correo electrónico entre 10.000 usuarios arrojó que al menos el 50% de los hombres reconocían haber tenido sexo con una compañera de oficina. Otro sondeo similar, realizado por la revista femenina NewWoman, pero hecho solo entre mujeres, dio como resultado que más del 90% de las empleadas encuestadas admitía no sólo que coqueteaba con los compañeros de trabajo sino que cierto flirteo era necesario.



Aunque este tipo de encuestas no tiene ninguna base científica y muchas de las respuestas pueden ser fruto de la fantasía, los sicólogos han llegado a la conclusión de que el sexo en la oficina es una realidad de la que pocos hablan con desparpajo pero que todos disfrutan a escondidas. “Ese gran temor que produce lo prohibido no hace sino potenciarlo”, dice el siquiatra y sexólogo Carlos Pol.

Y no es para menos. Los empleados conviven más tiempo entre sí que con sus propias parejas, a veces a escasos metros de distancia, y no sólo comparten las pequeñas frustraciones y alegrías diarias de sus obligaciones, sino que en muchas ocasiones uno y otra se convierten en confidentes de sus problemas de pareja. En este sentido, un compañero de trabajo suele ser más comprensivo que una pareja estable. “Cuando no están casados, es probable que lleguen incluso al matrimonio”, opina Pol.

La proximidad y la complicidad son factores que ayudan a desencadenar la aventura, “el resto lo hacen las endorfinas y las feromonas”.



Al ataque
Las manifestaciones son tan variadas como los empleados que se le miden. En la mayoría de los casos, la constante cercanía laboral puede provocar que el día de la fiesta de fin de año, la pareja libere sus emociones reprimidas y luego vuelva a la oficina al día siguiente como si no hubiera pasado nada. Se trata de un sexo casual, llevado más por el arrebato que por el ánimo de entablar una relación seria de amantes. Así le pasó a Martín, un ejecutivo de una firma de publicidad, quien se enrolló con una asistente de presidencia el día de la celebración de navidad. “Nos habíamos gustado desde siempre, pero guardando las distancias, solo coqueteos infantiles. Pero ese día parecía que los dos sabíamos exactamente que terminaríamos en la cama. Lo curioso es que ninguno de los dos volvió a tocar el tema en adelante. Fue como una liberación”.

Pero existen relaciones más peligrosas, en las que los empleados, una vez metidos en el berenjenal, ya no tienen como salirse. A pesar de que los rumores de oficina siempre apuntan a que son los hombres los que aprovechan su poder para seducir a las empleada de menor rango, también sucede el caso contrario, que una jefa se levante al guapo mensajero sin que los demás compañeros de oficina alcancen siquiera a sospechar. “En ciertos casos, la emoción de una relación de oficina tiene que ver con el poder, es decir, con la satisfacción de someter a alguien inferior -explica el psiquiatra-. Cuando existe una fijación obsesiva en este sentido, es decir, cuando solo se obtiene placer sometiendo a alguien, podríamos hablar de que hay una parafilia”.

De resto, el sexo entre compañeros de trabajo suele ser tomado por sexólogos y psigólogos como algo normal y hasta comprensible si se tienen en cuenta todos los factores que pueden llegar a desencadenarlo. “Todos saben que el de la oficina es un polvo problema, pero en últimas el que lo saca adelante es porque sabe manejar el tiempo -dice con humor Pol-. Yo diría que, como se trata de un ambiente laboral, no es muy aconsejable, lo cual no quiere decir que no sea comprensible”, concluye.

DISFRUTA EL BRINDIS DE FIN DE AÑo DE TU OFICINA!!!



Estas siempre estan llenas de sorpresas!!!

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